Regar en verano… A qué hora?




En verano ya sabes que has de regar todos los días porque, sobre todo cuando el ambiente está muy reseco, las plantas notan aún más el calor.

La pregunta que muchos suelen hacerse es cuándo regar ya que si regamos en las horas centrales de sol podemos hacer que la planta se nos acabe quemando.

Las mejores horas para regar una planta, ya sea en maceta o árboles del jardín, es a primera hora de la mañana, antes de las 10 de la mañana, y a últimas horas de la tarde (entre las 9 y las 11 de la noche). Esto es así por dos motivos, por la mañana para que el sol no queme las raíces de las plantas por el agua; y por la noche para que, si bajan mucho las temperaturas, las plantas no sufran heladas.


página Origen : Link

Biblioteca Te recomienda El jardín moderno
Número de Pedido 712.6 B812j 2000








Contenido Retorno a los oraculos. -- Gran Bretaña en los años treinta. -- América. -- Cultivo del jardín moderno. -- Europa en la posguerra : el segundo florecimiento

Limpieza de playas... en kayak


Este sábado 26 de Enero se realizará un evento de limpieza de playas a lo largo de Chile, organizado en esta ocasión por Greenpeace. Hay un evento similar e internacional en septiembre, organizado por The Ocean Conservancy y otros grupos locales colaboradores como CODEFF, ECIM, y los Scouts, pero por alguna razón este año no se efectuó o al menos no con la suficiente cobertura para que un interesado por el tema como yo se enterara.

En cualquier caso es una excelente oportunidad para que cada uno de nosotros pueda manifestar su interés ecológico en hechos concretos más allá de criticar al gobierno y municipalidades por su incompetencia, al vecino por su limitada educación, a nuestra sociedad por consumista o las codiciosas empresas por generar más basura que valor en sus productos.

Sí, la basura es un problema. No sólo para las municipalidades cuando cierran un vertedero o los basureros se levantan en huelga, sino porque diariamente generamos millones de toneladas de basura, gran parte de la cual va a dar directamente al mar.

Y ni siquiera estamos hablando de la basura tóxica, generadas por procesos industriales, mineros o extractivos poco éticos, como los de las infames plantas de celulosa. No, estamos hablando de simple basura urbana y doméstica, como bolsas o botellas de plástico que llegan al mar a través de los ríos.

En los doldrums, zonas ecuatoriales de calma, en los océanos Atlántico y Pacifico, y más notablemente en el Pacifico Norte, se encuentra el Gran Parche de Basura, un estofado de 1.400.000 kilómetros cuadrados y 3.5 millones de toneladas de basura plástica flotando y creciendo, sin ninguna posibilidad real de ser recogida. Miles de aves y mamíferos marinos mueren por ingerir bolsas plásticas que asemejan medusas, o tapas de botellas que se acumulan en sus estómagos ocupando espacio hasta que los animales ya no se pueden alimentar más, por falta de espacio, y mueren de inanición. Una buena receta para aquellos que quieran adelgazar, más conocida como “la dieta de la basura”.

¿Y quién tiene la culpa? ¿Los genios del marketing que inventan basura “para llevar” con el propósito de que los productos sean más atractivos al homogenizado cerebro del comprador? ¿La cultura del “homo desechabilis” que predica el usar y botar, cuanto más mejor y cuanto más consumas serás más feliz? El 80% del material de los productos se descarta después del primer uso (en Norteamérica).

Sí, todos ellos y cada uno de nosotros, consumidores irresponsables, que no sabemos de dónde viene nuestro alimento ni a dónde va nuestra basura, que fomentamos con nuestra preferencia el desperdicio del brillante empaque, del envase desechable y del 2 por 1.

¿Y qué podemos hacer? Reducir, reusar, reciclar y por supuesto votar. No por los inservibles políticos (con honrosas pero escasas excepciones), prefiero echarle serenatas a una sorda, sino directamente con nuestros bien ganados pesos, seleccionando las marcas que nos den un mejor producto y menos basura e ignorando aquellos que fomentan el desperdicio y dañan el medio ambiente. Ya que inevitablemente somos consumidores, seamos consumidores responsables y conscientes y hagamos valer nuestra preferencia.

También podemos:

  • Comprar productos de calidad, durables y reparables, no las baratijas chinas que hoy inundan el mercado.
  • Reducir el uso del plástico y envases desechables. Podemos usar bolsas de tela para las compras del supermercado
  • Preferir los materiales fácilmente reciclables como el vidrio, el aluminio y el cartón.
  • Usar el papel confort por ambos … mmm mejor dejemos los extremos para los templados espíritus de los activistas de Greenpeace.
  • Participar en actividades de limpieza y educación ambiental en tu comunidad, como la que trata esta columna, que por alguna razón me salí del tema y terminé dando un sermón.

Bueno, el asunto es que podemos organizarnos para ir a remar este sábado 26 de enero, con nuestros amigos o nuestro club de kayak y aprovechar la oportunidad para subirnos a nuestros kayaks y llegar hasta la basura más alejada e inaccesible para el caminante. El club de kayak al que pertenezco, se reunirá en las Salinas de Pullally, donde desembocan los ríos La Ligua y Petorca y hay bastante basura diseminada por el estuario para recoger.

Para inscribirse en este evento de limpieza, visite www.greenpeace.org/chile/ y para hacerlo en kayak, visite www.ecodeporte.cl/kayak/

“No obstante lo fragmentado de este mundo, no obstante lo intenso de las rivalidades nacionales, es un hecho inexorable que cada día somos más interdependientes… el mar, el gran unificador, es la única esperanza del hombre. Hoy más que nunca, la vieja frase tiene un significado literal : Estamos todos en el mismo barco”.

Jacques Costeau.

Asépticamente,

Martín (martin@ecodeporte.cl)


Remedios populares Quemaduras de Sol













Remedio para las quemaduras solares #1: Mojar una gasa en leche fría y aplicar sobre el área quemada por el Sol durante media hora. Repetir cada dos a cuatro horas.



Remedio para las quemaduras solares #2 Aplicar yogurt a todas las zonas afectadas. Enjuagar en una ducha de agua fría y luego secar con cuidado la piel a base de golpecitos.



Remedio para las quemaduras solares #3: Mezclar 25 gramos de flores secas de manzanilla con un cuarto de litro de aceite de oliva virgen. Calentar al baño María, a fuego lento, durante hora y media. Apagar el fuego, colar y dejar que se refresque. Después, aplicar una capa del aceite sobre la zona afectada tres veces al día.



Remedio para las quemaduras solares #4: Lavar el área quemada con una infusión de salvia que se encuentre bien fría.



Remedio para las quemaduras solares #5: Aplicar vinagre de manzana sobre la piel cada hora hasta un total de cinco veces al día lo cual ayuda a aliviar el dolor. También se puede mezclar una taza de este vinagre en una bañera llena de agua fría o fresca.

Remedio para las quemaduras solares #6: Lavar una zanahoria, cortar, aplastar y aplicar directamente sobre la zona afectada. Cubrir con una gasa y deja actuar durante tres horas.

Remedio para las quemaduras solares #7: Añadir media taza de harina de avena a una bañera llena de agua fresca o fría. Remojar durante15 a 20 minutos.

Remedio para las quemaduras solares #8: Llenar el baño con agua fresca y agregar dos cucharadas de bicarbonato de sódico. Remover y lavar la zona afectada con esta agua. Repetir tres veces al día. En vez de secarse con toalla, dejar que la solución se seque sola en la piel. Este remedio alivia las molestias, rehidrata el área quemada y facilita su recuperación.

Remedio para las quemaduras solares #9: Batir una clara de huevo y mezclar con dos cucharadas de aceite de oliva virgen. Aplicar esta preparación sobre la quemadura cada dos horas.

Remedio para las quemaduras solares #10: Tomar la hoja (o penca) de una planta de aloe vera o sábila, extraer su gel o jugo y aplicar directamente sobre la lesión.

Remedio para las quemaduras solares #11: Extraer la pulpa de medio melón, sin pepitas, aplastar con un tenedor y aplicar, mediante una gaza, durante 10 minutos sobre la piel enrojecida. .

Remedio para las quemaduras solares #12: Mezclar 2 cucharaditas de jugo de tomate y una pizca de bicarbonato y aplicar en la zona quemada. Dejar varias horas puesto. I

Remedio para las quemaduras solares #13: Mezclar suficiente agua al almidón de maíz hasta formar una pasta compacta y aplicar sobre la quemadura de sol.




Remedio para las quemaduras solares #14: Lavar un pepino (si no tiene pepino, puede emplear, en su lugar, una papa o manzana) mediano, cortar en rebanadas delgadas y refrigerar por un tiempo. Luego, aplicar directamente sobre el área afectada.

Remedio para las quemaduras solares #15: Hervir varias hojas de lechuga (o de col) en agua, colar y dejar enfriar durante varias horas en el refrigerador. Sumergir una gaza en el líquido y pasar suavemente por la piel lastimada.


Remedio para las quemaduras solares #16:Aplicar bolsas de té remojadas en agua fría para disminuir la inflamación de los párpados quemados.

Remedio para las quemaduras solares #17: Humedecer una tela con agua de hamamelis y aplicar a menudo para obtener alivio temporal.

Remedio para las quemaduras solares #18 Cortar un tomate (preferiblemente frío) por la mitad y aplicar por las áreas con quemaduras solares.



Recomendaciones

Tener cuidado con el jabón, ya que puede secar e irritar la piel quemada. Si se usa jabón, éste debe ser muy suave y se debe enjuagar bien. No debe remojarse en agua jabonosa.

Beber mucho líquido para ayudar a contrarrestar el efecto resecante de una quemadura.

Comer de forma balanceada principalmente alimentos que contenga vitamina A (aumenta la producción de melanina) para que la piel pueda regenerarse.

Elevar las piernas. Si tiene las piernas quemadas y los pies hinchados, resulta conveniente colocar las piernas de modo que queden a mayor altura que el nivel del corazón.

No raspar la piel. Cuando se bañe, la toalla no debe friccionar la piel para secarse, ya que la irritaría, sino más bien debe darse golpes suaves.

Verificar si se sufre de fotosensibilidad. Los antibióticos, tranquilizantes, anticonceptivos orales, diuréticos, productos contra la diabetes, fármacos fungicidas e incluso algunos alimentos como el jugo de limón pueden hacer que una persona aumente su sensibilidad al sol causando una dermatitis parecida a una quemadura. Por ello, es necesario preguntar al doctor los posibles efectos secundarios o colaterales de los fármacos que se esté tomando.

Dormir bien por la noche. Muchas veces no es fácil dormir sobre la zona quemada por el sol. Para ello, se debe espolvorear talco en las sábanas para reducir al mínimo la raspadura y la fricción.

Cuidar las ampollas. Si aparecen ampollas, no se deben abrir, ya que podrían causar una infección. Si se abren por accidente, no se debe retirar la piel que la recubre, ya que ésta es una protección.

Protegerse del hielo y la nieve. Los rayos del sol reflejados en el hielo y la nieve pueden ocasionar también quemaduras solares en las áreas que no estén bien cubiertas. Por ello, se recomienda el uso de crema protectora si se desea realizar una excursión por una montaña nevada.

Evitar exponerse a los rayos solares sin protección principalmente entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m. (cuando el sol brilla con más intensidad y nunca más de media hora.

Aplicar filtros con factores de protección adecuados a nuestra piel (por lo general 10° superior) por lo menos 30 minutos antes de salir a la intemperie, incluso si el cielo está nublado, ya que los rayos dañinos pueden penetrar la cubierta nubosa. Aplicar nuevamente el filtro en la medida necesaria después de nadar o transpirar profusamente. Es necesario protegerse las zonas más delicadas de la piel como labios, nariz, manos, pómulos, orejas y nuca con sombreros, telas de trama cerrada y mangas largas.

Evitar que los niños menores de 6 meses sean expuestos a la luz solar directa por períodos de tiempo largos. Éstos se deben mantener frescos y a la sombra. No aplicar filtros solares a niños de esa edad.

Evitar quemarse dos veces Recuerde que al quemarse, la piel tarda para regenerarse completamente de tres a seis meses y, por lo tanto, se encuentra muy sensible y se podrá quemar más rápido que antes.

Consultar con un médico si se siente los siguientes síntomas:

Náuseas
Escalofríos
Fiebre
Desvanecimiento
Formación de ampollas muy extendidas
Debilidad general
Manchas de decoloración púrpura o comezón intensa
Quemadura que arde nuevamente o se extiende (puede que exista una infección)

Cuidados con el Sol



Cada año aumenta el riesgo de enfermedades cutáneas provocadas por el sol. Esto, unido al hecho de que el 80% de radiación solar que recibiremos a lo largo de nuestra vida ocurre en los primeros 18 años, nos obliga a todos a concienciarnos de la importancia de proteger adecuadamente a los niños del sol, ya que sus defensas están muy inmaduras y no se recuperan de las quemaduras igual que los adultos

Beneficios y peligros

El sol, como todo, puede ser beneficioso en su justa medida. Influye en nuestro estado anímico alegrándonos, es necesario para sintetizar la vitamina D, incluso ayuda a curar ciertas enfermedades de la piel como la psoriasis. Sin embargo, demasiada exposición al sol puede causar daños irreparables en nuestra piel:

1. Provoca cáncer. Se ha comprobado que la aparición de melanomas está directamente relacionada con las quemaduras solares de la infancia. En los últimos 20 años la tasa de melanoma en España se ha multiplicado por diez. Siendo, el cáncer cutáneo, el que más ha aumentado de todos los tipos. Los estudios epidemiológicos ponen de manifiesto que la exposición al sol es el principal factor de riesgo modificable. En nuestro país las condiciones climáticas y los hábitos de vida hacen que el riesgo aumente, por lo que la prevención debe ser mayor. El sol causa más cáncer de piel que el tabaco de pulmón.

2. Disminuye las defensas naturales de la piel, provocando herpes labiales.

3. Envejece la piel prematuramente. El envejecimiento de la piel se debe en un 75% a los rayos del sol, ya que produce la liberación de radicales libres que aceleran la aparición de las arrugas.

4. Problemas en la vista. El sol daña también nuestros ojos, produciendo quemaduras en las córneas, cataratas prematuras, visión borrosa… Es muy importante protegernos siempre con unas gafas de sol adecuadas o con una gorra.


La memoria de la piel

La protección de la piel es importante a cualquier edad, pero adquiere más relevancia en los niños pequeños, ya que ellos son más sensibles a los efectos nocivos del sol y de los rayos UV debido a la inmadurez de las estructuras epidérmicas. Éstos poseen una piel muy delgada y sus sistemas de protección natural aún no están formados. El film hidrolipídico aún no está consolidado y la cohesión intercelular es leve, por lo que su barrera cutánea resulta débil. Además, el sistema de producción de la melanina o pigmentación (la primera barrera con la que se encuentra el sol) se pone en marcha progresivamente durante los primeros años de vida.

El 80% de la exposición solar que recibimos a lo largo de nuestra vida se produce en los primeros 18 años, y sus efectos se acumulan debido a que la piel tiene memoria solar, lo que puede generar problemas en la edad adulta. Ése es uno de los inconvenientes del sol, sus daños no se ven inmediatamente, lo que lleva a pensar que sólo cuando se quema la piel se ha producido una lesión.


¿Cómo proteger a nuestros hijos?

“Además de cuidar la piel de los niños, dice la doctora Eulalia Baselga, especialista en dermatología infantil en el hospital USP Instituto Universitario Dexeus, es esencial inculcarles el hábito y ofrecerles un modelo, que ellos vean que nosotros también nos protegemos. También hay que instruirlos y explicarles por qué lo hacemos, cómo hay que aplicarse la crema, etc.”
Y es que, según La Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel, desarrollada por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en colaboración con los laboratorios La Roche-Posay, aunque haya una especial sensibilidad hacia la protección de los niños, de nuevo la falta de conocimiento hace que muchos (tres de cada diez) se protejan con un índice inferior al recomendado y que, además, cinco de cada diez padres aseguren que toman medidas protectoras para sus hijos cuando toman el sol, pero no cuando juegan en el parque o en el jardín.


Algunas pautas imprescindibles

-Seguir la regla ABC: Aplicar fotoprotección, Buscar la sombra y Cubrirse con ropa, gorros y gafas. La mayoría de la gente cree que con darse la crema basta, pero también es importante cubrirse la cabeza con sombreros con factor de protección y los ojos con gafas de sol.

-Antes de los 4 años, evitar la exposición directa al sol.

-Elegir un factor adecuado, como mínimo de 15 o superior, que sea resistente al agua y proteja de los rayos UVA y UVB.

-Aplicar la fotoprotección en casa, 30 minutos antes de salir, generosa y uniformemente por todo el cuerpo.

-Reaplicar cada 2 horas, más a menudo si se baña o se suda.

-Evitar el sol más nocivo, de 12 a 16 horas.

-Protegerlos del sol siempre, no sólo cuando estén en la playa o en la piscina. El sol es perjudicial desde mayo, y los niños pasan mucho tiempo al sol en el patio del colegio, haciendo deporte, en los campamentos… no hace falta estar tomando el sol para que éste nos cause daños.

-Si la crema de la temporada pasada no ha estado guardada en un sitio fresco, no la reutilices, ya que puede haber perdido sus propiedades.


¿Qué factor es el adecuado?

“El índice de protección del filtro solar, explica la Dra. Baselga, es el número que aparece en las cajas de los fotoprotectores. Generalmente se refiere a la protección frente a los ultravioletas B, e indica la cantidad de tiempo que nos podemos exponer antes de que aparezca el enrojecimiento de la piel en relación al tiempo normal de exposición. Si tú para ponerte rojo necesitas estar treinta minutos al sol, un factor de protección solar con un índice 20 quiere decir que puedes estar veinte veces estos treinta minutos antes de ponerte rojo”.

Lo que mucha gente no sabe es que cuanto más alto sea el factor, no es necesariamente mejor para la piel. En índices superiores a 20, el incremento de protección entre un número y el siguiente es mínimo. Por ejemplo, un producto con factor 15 absorbe el 93% de la radiación UVB, mientras que uno con factor 30 absorbe el 97%. No existe la protección total.

Por eso, a la hora de elegir una crema para nuestros hijos, no es necesario buscar crema factor 60, ya que una de factor 20 les protegerá prácticamente igual y la de índice superior incorpora en su composición muchos más elementos químicos que pueden dañar la piel tan sensible del bebé. Lo que sí hay que comprobar es que la crema sea hipoalergénica, para pieles sensibles y resistente al agua, al sudor y al roce.

“Las novedades de este año en cuanto a la protección solar, dice la Dra. Baselga, han sido eliminar aquellas sustancias alergénicas o poco fotoestables, e incorporar filtros que protejan también de la creación de radicales libres, es decir, cremas anti-envejecimiento”.



¿Qué índice uso hoy? ¿Y mañana?

El índice de protección adecuado varía según la hora, la zona, el día… No es lo mismo la protección necesaria al sol en una playa de Valencia a las 15 horas, que en Zaragoza en la piscina a las seis de la tarde.



El índice UVI es la medida de predicción que nos indica los niveles de radiación ultravioleta atmosféricos que se espera que lleguen a la Tierra al mediodía. El índice UV se subdivide en:

• Exposición UV baja (valores 0 a 2)

• Exposición moderada (valores 3 a 5)

• Exposición alta (valores 6 a 7)

• Exposición muy alta (valores 8 a 10)

• Exposición extrema (superiores a 11)


Algunos mitos sobre el sol

Muchas veces, nos quemamos a pesar de habernos puesto la crema protectora. Esto se debe a que casi todos tenemos en mente una serie de ideas equívocas sobre los daños del sol.

La piel morena protege de los efectos nocivos del sol

FALSO: Lo único que se consigue es que no salgan quemaduras, pero el resto de problemas no se evitan.

Las nubes impiden que los rayos solares nos dañen

FALSO: En los días nublados hay que usar la misma protección. Aunque nos parezca que el sol no llega, sus rayos sí traspasan las nubes, sobre todo los ultravioletas.
La cantidad de sol que admite la piel es limitada

En la sombra se está totalmente a salvo

FALSO: Aunque sí que estamos más protegidos, no significa que la piel no reciba los rayos solares, sólo llegan más débiles.

Es posible la prevención

VERDAERO: Mejorar la protección y el comportamiento frente al sol son medidas excelentes de prevención. No hay por qué quemarse alguna vez en la vida.

Que se nos “pele” la piel es un paso más en el proceso de ponerse moreno

FALSO: Este proceso no es necesario para adquirir un bonito broceado, de hecho, son también quemaduras solares, una defensa contra los daños del sol al igual que las pecas.


Fuente: Dra. Eulalia Baselga, dermatóloga pediátrica en el UPS Instituto Universitario Dexeus. Organización Mundial de la Salud. Laboratorios ISDIN. Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Laboratorios La Roche-Posay.